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miércoles, 28 de octubre de 2015

PORQUÉ FUE ARMITAGE

ARMITAGE NO FUE PORQUE

PORQUÉ NO FUE ROBERTO ORTIZ

ROBERTO ORTIZ NO FUE

GRACIAS, MUCHAS GRACIAS, VAMOS PA´LANTE

Expresarme verbalmente, de viva voz, tal cual mi talante, se me antoja fácil: soy espontáneo, natural, hago de la vida un carnaval, gracias a Dios; pero enfrentar el papel en blanco, en este caso una pantalla, para ser y hacer lo mismo, esta vez agradeciéndoles, me está resultando, quién lo creyera, asaz difícil; ídem a  escribir una novela, un cuento, un ensayo. Pero que carajos, quiero hacer llegar mi superlativo agradecimiento a los que a bien tuvieron brindarme su acompañamiento y hacerme llegar sus mensajes de solidaridad y felicitación por la aventura política que acometí al Concejo de Cali; esta vez con un final no muy feliz, pero que a no dudarlo, tal cual como en el inicio de esta gesta anuncié, significó mi tránsito de la perorata argumentativa a los hechos; y vaya que fue bueno,  porque pude ratificar  mi dicho de que hacer política pero hacerla bien, es lo que nos permitirá acceder al hasta ahora selecto grupo de los que toman las decisiones que organizan y direccionan el estado, que es muchísimo mejor y altruista que estar sólo cacareando verborrea crítica en simultaneidad con el gozo de buscar defectos y permanecer en estatua parlante, sin correr el riesgo de exponer nuestro nombre, mientras la sociedad e instituciones se desmoronan ante nuestros mismísimos ojos.
De mi madre heredé ser libre pensador, que significa exactamente no arrimar mi criterio hacia falsas izquierdas y peores derechas; educación, mística, amor y convicción por lo que hago y responsabilidad por lo que digo, aquilata y templa mi espíritu y personalidad;  la crítica para mí es bienvenida venga de donde venga y vaya para donde vaya, sé que no todo serán aplausos, sé que existe la derrota; nunca olvido que hay deberes y que mis derechos comienzan donde terminan los de los demás; que aun mi colosal poder individual representado en mi derecho a expresarme libremente, no porque todo el mundo lo diga, no porque todo el mundo dice saberlo, debe ser cierto, y que por eso se pueda decir y asegurarlo; que existe un estado social de derecho lo sé, garantista sí, pero también severo y vigilante; enfrento la vida teniendo a la patria por encima de todo, incluso de la familia. Sin dogmas y sin paleolíticos tintes partidistas que ciegan, entorpecen e incluso embrutecen, ya empecé, en la práctica, a inculcarle a nuestros jóvenes ser proactivos y no adoptar sólo las cómodas posturas de viejas, quejumbrosas y plañideras estatuas parlantes que la vida se les va, en sólo criticar y criticar, a diestra y siniestra, sin meter mano o al menos tomar partido, haciéndolo sólo cuando les conviene. Les dije, que debe ser mayor el tamaño de nuestro desprecio por la pobreza, no por el pobre, que el de nuestra envidia por la riqueza, no por el rico. Que con lo primero reivindicamos al hombre, con lo segundo resentimos nuestro espíritu.
Esto es apenas el comienzo; a mi mujer y mis hijas; a mis padres, hermanos y hermanas; a  mis parientes; a mis amigotes, amigotas y conocidos, gracias, muchas gracias; esta vez no fue la vencida, no sé si será a la segunda o a la tercera, pero esta vez gracias por acompañarme a intentarlo. Voy pa´lante. Ayúdenme a hacer germinar esta semilla. No la sembramos en mala parte.
Henry Cabezas Díaz