Queda claro que es la intención de los medios y el gobierno de turno,
pagados por quien sabe qué bolsillo, que se aniquile moralmente y de que
físicamente se exponga al exterminio a Juan Carlos Martínez. Definitivamente no
se puede creer todo lo que dicen que hace este hombre, eso no puede ser cierto,
ni que tuviese supra humanos poderes; en la política colombiana cuando los
cacaos que en últimas son los dueños de los medios y sus pares, las élites,
recogen a un enemigo, como inmisericordemente han cogido y trapeado el piso con
la dignidad de este hombre, hay que ponerlo en duda de inmediato; vean como se
atrevieron, al alimón con el poder judicial, sin pudor ni vergüenza alguna, a
orquestar con frenética diligencia, digna de mejor causa, un proceso por narcotráfico
inmediatamente después que una juez de la república, se entiende después de
haber alertado a las demás autoridades, le concede la libertad condicional por
cumplir lo preceptuado en la ley para su legal concesión, habida cuenta del
proceso donde fue condenado con pruebas, que según el expediente, fueron
fulminantemente rebatidas por testigos que aportó la defensa; y no contentos
con ello perpetran uno de los ya muy conocido y de moda FALSOS POSITIVOS,
haciendo creer a la ciudadanía que algo que todas las campañas hacen para tener
certeza y dejar registro de que los guarismos advertidos por la Registraduría
General del Estado Civil, en su primer escrutinio oficial, no vayan a ser
cambiados luego, era una intentona de fraude electoral; circunstancia
desvirtuada hasta la saciedad y de todas las formas por el señor Registrador
Nacional del Estado Civil, Doctor Carlos Ariel Sánchez, quien pese a todas las
presiones mediáticas para que diga lo contrario, se ha sostenido en su dicho
que era imposible que fuese a haber fraude en la elecciones de Valle el primero
de julio pasado.
Digamos que hasta ahí los medios excusarían su sesgo advirtiendo que esa
información, así, la vierten sus fuentes; pero tal parece que cuando de esos
abrevaderos manan las noticias que favorecen a Martínez, sus exclusivos “filtros”
hacen que esa información misteriosamente se quede represada y por arte de birlibirloque
todos esos micrófonos infamantes hacen mutis por el foro, y de pronto, porqué
no, atragantados e indigestos por verla a favor de su víctima, no la hacen
conocer a su audiencia; para la muestra un botón: Por qué tremendistas
profesionales, que no periodistas, como Julio Sánchez, Daniel Coronel, Félix De
Bedout, Diana Calderón, la inefable Vicky Dávila, todos menos dos, obscenos
lactantes de la pauta estatal y por lo tanto sus saca micas, en manera alguna
han hecho alusión a que el doce de abril del año que avanza, ante una comisión
de la Fiscalía General de la Nación colombiana en Estados Unidos, Evert Veloza,
alias HH, afirmó que si el exsenador Martínez hubiera tenido que ver algo con
el narcotráfico, el mismo ya se lo hubiera informado a la DEA y que Armando
Lugo, El Cabezón, miente ?.
Es que ni el Fiscal General Eduardo Montealegre ha tenido la entereza,
por pedir lo menos, de advertir esa noticia que favorece al investigado; en justicia,
por su indecorosa anuencia a que sólo despotriquen de Martínez, cuando su
función es investigar y como ya es costumbre en Colombia, anunciar, lo que desfavorezca
y lo que favorezca al indiciado, por supuesto..
Algún enorme callo tiene que haberle pisado a la clase otrora políticamente
dominante del Valle y de Colombia este hombre para que el establecimiento permita
que se lo veje y demonice de manera tan feroz.
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