ANTE EL ACECHO A MARTÍNEZ: MEMORIAL DE AGRAVIOS Y
DE RECHAZOS
“La libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana" (Preámbulo de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos).
“Los representantes del pueblo
francés, constituidos en Asamblea nacional, considerando que la ignorancia, el
olvido o el menosprecio de los derechos del hombre son las únicas causas de las
calamidades públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer,
en una declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados del
hombre, a fin de que esta declaración, constantemente presente para todos los
miembros del cuerpo social, les recuerde sin cesar sus derechos y sus deberes;
a fin de que los actos del poder legislativo y del poder ejecutivo, al poder
cotejarse a cada instante con la finalidad de toda institución política, sean
más respetados y para que las reclamaciones de los ciudadanos, en adelante
fundadas en principios simples e indiscutibles, redunden siempre en beneficio
del mantenimiento de la Constitución y de la felicidad de todos.” (Preámbulo de
la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano).
Con nuestra voz de protesta haciendo eco de
los preámbulos de las dos instituciones con más alto relieve en cuanto al
respeto por la dignidad humana y al catálogo de derechos inalienables se
refiere, arriba enunciadas, denunciamos y rechazamos contundentemente la
ignominiosa persecución a que ha sido sometido nuestro líder Juan Carlos
Martínez Sinisterra, del cual su historia, es la historia repetida del hombre
negro, humilde de este país, que apostándole al futuro, al de él y al de sus
coterráneos, se arriesgó a la ingrata pero honrosa tarea de acometer la empresa
que en últimas es la que le permite a los que nacen sin apellidos ilustres y
linajes que ostentar, dar la pelea
ideológica, y si se quiere, porqué no, de raza y de clase, en uno de los
países donde convergen las más desiguales condiciones sociales que el mundo
moderno tolere: HACER POLÍTICA.
RECHAZAMOS vehementemente la ignominiosa e
inmisericorde persecución, judicial y mediática, que sobre ser humano se haya
cernido en este país, ni siquiera digna de un animal, de la cual cayeron
víctimas su madre Doña Teófila Sinisterra y su esposa Doña Nelly Bonilla.
RECHAZAMOS convencidos, el que fuese
condenado por una justicia que se entregó impúdicamente a quienes sintiéndose
huérfanos del poder regional en el Valle
del Cauca movieron sin la menor vergüenza sus perversas influencias para que
sin prueba alguna, en un remedo de juicio, plagado de dudas en cuanto a la
certeza de los delitos que se le endilgaban y una colosal montaña de
testimonios que los desvirtuaban, truncaran su carrera política.
RECHAZAMOS coléricos que no obstante la
afrentosa condena, que cumplió con los presupuestos que la justicia impone y que
cuando un juez de la república le otorga la libertad, en cuestión de horas la
fiscalía de este país, obedeciendo al interés del gobierno del presidente Juan
Manuel Santos en contubernio con la clase blanca y oligárquica del Departamento
del Valle, atendiendo a la versión de un delincuente que ya fue condenado por
extorsionar a otros políticos amenazándolos con montarles acusaciones iguales a
las que hoy se le hace a Juan Carlos Martínez, en una aberrante decisión
judicial le libran orden de captura nada más como una estratagema efectista para
sacarlo del departamento, habida cuenta que al momento de esta arbitraria y
sospechosa decisión estábamos a tres días de unas elecciones adicionales para
elegir Gobernador del Valle, producto también del raponazo de que fue objeto
nuestro candidato en las elecciones anteriores ganadas en franca lid pero nunca
toleradas por estos sectores blancos, clasistas y racistas de la región.
RECHAZAMOS la estratagema del gobierno
nacional que para asegurarse que nuestra candidatura nunca fuera ganadora en
estas elecciones atípicas pasadas, a un equipo de trabajo que justamente
implementamos para no ser objeto de fraude dado el inmenso afán de esas élites
de quedarse con la gobernación del Valle del Cauca a como dé lugar, en una de
sus mayores y perversas virtudes, la de los FALSOS POSITIVOS, el presidente Juan
Manuel Santos arremetió con todo el poder judicial, policivo y mediático para
hacer ver el trabajo de nuestro equipo de blindaje electoral como un intento de
fraude, circunstancia desvirtuada hasta la saciedad por el Registrador Nacional
del Estado Civil Carlos Ariel Sánchez y sus asesores, en el sentido de
aseverar, rotundamente, que la actividad
que iba a desarrollar nuestro equipo electoral resultaría inocua y anodina ante
pretensiones de hacer fraude en esta elecciones, como las que el gobierno
racista y clasista del presidente Santos y los medios ídem de este país
pretenden hacerle creer a la población.
RECHAZAMOS enojados el querer de los que según
la doctrina Aristotélica, que dice, entre otras cosas, que la sociedad se
divide entre hombres libres y esclavos, los negros deberíamos continuar en los
manglares, bajamares y espesuras de nuestros recónditos océanos y montañas al
lado de lo verde y feraz que encanta y ensueña, pero con lo necesariamente básico
insatisfecho.
RECHAZAMOS resueltos que la idea de tener
acueducto y alcantarillado, proporcionarles a nuestras comunidades saneamiento
básico, hablar de vías, educación, salud, bienestar, sea ni más ni menos que una entelequia, una
ilusoria quimera, producto del desdén con que todos los gobiernos, desde que se
tiene memoria, nos miran, y que él sólo mencionar agua potable sea igual a
cuando nuestro nobel refiere a Aureliano Buendía el viaje con su padre a
conocer el hielo en Cien Años de Soledad.
RECHAZAMOS con firmeza la oposición
oprobiosa y desleal a lo que alentó a Juan Carlos Martínez lanzar el grito del
NO MÁS, que fue retirar de una buena vez el atávico criterio que enquistan en
nuestras mentes las élites caducas que orientan la educación en este país para
no injerir en la toma de decisiones y decidir hacer POLÍTICA .
RECHAZAR con energía que unos señoritos con
conductas melifluas y de cuello perfumado, con inocultables ínfulas de señor feudal
para hacer política, cuando ven perdidos sus protagonismos en la toma de
decisiones respecto de la cosa pública en esta región, y sus padres las pingües
ganancias que ello les auguraba, y al verse sustraídos por sus recurrentes
pérdidas y reveses en las urnas, cogieron como costumbre acudir en plañidera y
lloriqueante actitud a sus pares, los ricos, las élites, blancos y encastados
dueños de medios para que desde sus tribunales
mediáticos, traten de eclipsar iniciativas y aspiraciones populares
justas, merecidas, legal y constitucionalmente permitidas de los que nacimos
con lo básico.
RECHAZAMOS con reciedumbre el desdén con
que la Fiscalía General de la Nación mira su condición de padre cabeza de
familia, la cual violenta, adrede y sin vergüenza; y mirando de soslayo que
este instituto universal es de obligatoria observancia lo traslada a Bogotá
dejando a sus menores hijos sin la presencia de su padre supérstite.
RECHAZAMOS las
descalificaciones y cortapisas que a nuestras gentes, logros y
aspiraciones ponen esas élites; ya es infinitamente fácil ver la superlativa
animadversión por nosotros, por nuestra raza, por nuestra clase, cuando brillan por su ausencia en los puestos
de relieve nacional, no por falta de méritos, hombres y mujeres de nuestro
estrato, de nuestra clase y con más veras de nuestra raza. Y para reafirmar lo
ominoso de esta persecución no es sino repetir la frase con que el capitán de
la DIJIN, al comando del FALSO POSITIVO del supuesto fraude electoral, se
refirió cuando encontró pasaportes vencidos de Juan Carlos Martínez: “BINGO, EL
NEGRO”
Copia de este rechazo, con criterio
epistolar se ha hecho llegar a:
Oficina del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos de la ONU (OACDH) Señora Nayanethem Pillay
Presidente de los Estados Unidos de
América, Señor Barack Hussein Obama II.
Consejo de Derechos Humanos de la ONU,
Señora Laura Dupuy Lasserre.
Comité de Derechos Humanos de la ONU (CCPR).
Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de la ONU.
Comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial de la ONU.
Human Rights Watch,
Señor José María Vivanco.
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