La vecindad del carnestoléndico evento, ese que inunda las hendijas mas profundas de los corazones de mis coterráneos, hacen que la nostalgia invada mi tumaqueñidad, y que mis ganas de estar y no poder, se traduzcan en un mensaje de solidaridad para los dolientes y el recuerdo por siempre de las víctimas que hace ya casi un año, arrebatadas miserablemente sus vidas, enlutaron con su martirio nuestro eterno y pagano escenario de tradición y cultura. Tumaqueños: Que el sano esparcimiento y la celebración responsable redunden en unos carnavales pletóricos de gozo, alegría y colmados de mucha PAZ; que sea así, en honor a la memoria de nuestros muertos.
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