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miércoles, 27 de junio de 2012

CUMBRES BORRASCOSAS



Traigo nuevamente a cuento este clásico de la literatura inglesa para luego de extractar su vital mensaje y no poder evitar hacer la consiguiente comparación, invitarlos a sacar ese Heathcliff que llevamos dentro y con la tozudez digna de los que nos ganamos lo que nos merecemos, porque lo luchamos, llamarlos a henchir nuestros corazones, apertrecharlos de parques enteros de orgullo y dignidad, de raza y de clase; que toda la ignominia que ha diluviado sobre nuestro líder y guía, personas e ideario, el establecimiento prostituido y vicioso, solo sirva para investirnos de una indestructible cota de malla, y que el alma del líder entallada en los moldes de colosos guerreros inmortales, nos conduzca a marchar erguidos, blandiendo nuestro puño libertario al compás del trepidar de corazones enchapados en el más fuerte de los bronces, para hacer nuestra esa democracia, esa hermosa cumbre igualitaria secuestrada y mancillada por vetustos grupos de poder, pero a bien próxima a ser rescatada de ese tempestuoso episodio por el ímpetu infinito del pueblo enardecido. 

Sir Winston Churchill en un vibrante discurso el 10 de mayo de 1940 en la Cámara de los Comunes, en su primera intervención como Jefe de Gobierno dijo: “¿Me preguntáis cuál es mi política? Os contesto….”hacerla con toda nuestra fuerza y con toda la energía que Dios nos concederá; hacerla contra una tiranía tan monstruosa que el sombrío y lamentable catálogo de los crímenes humanos no ofrece nada peor. Esa es mi política. ¿Me seguís preguntando cuál es mi objetivo? Sólo puedo contestaros una palabra: La victoria. La victoria a cualquier precio, por largo y duro que sea el camino que lleve a ella. Porque para nosotros sin victoria no hay esperanza…” 

Hermanos, no tenemos de qué avergonzarnos y sí de que enorgullecernos; que se sepa, que si alguna vez cuentan nuestra historia, que digan que caminamos de la mano de un gigante, los hombres vienen y van como trigo en el invierno, pero hay nombres que jamás morirán, que digan que vivimos en los tiempos de Juan Carlos Martínez, de un titán con la altanera rebeldía de un coromanto. 

Volquémonos a las urnas este domingo 1 de julio, ese señor se lo merece. !!!FRANCINED CANO GOBERNADOR¡¡¡

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