Las far no cumplieron, no están cumpliendo ni van a cumplir agenda convenida y firmada para buscar la Paz; a la guerrilla le interesa mantener y darle bombo a un proceso, que no la Paz, y si es con plataforma y vitrina internacional, mejor. Ellos quieren es el poder y como atinadamente les dijo Humberto De La Calle, para que eso sea posible, que dejen las armas, que hagan política, se sumen a elecciones y las ganen. Que el presidente Santos no sea ingenuo e irresponsable con el país; claro que habrá consecuencias por exponer a la nación, por su odiosa vanidad y su oprobioso afán reeleccionista, a una nueva burla y será el subsiguiente fortalecimiento político internacional de esa guerrilla, que hasta ahora se circunscribía sólo a algunos gobiernos y asociaciones desorientadas, sesgadas y mal informadas del viejo continente y a una que otra nación vecina gobernada por algún dictadorzuelo tropical y bananero que miran con desdén y mucho romanticismo los desmanes de esa guerrilla lo que casi toda la comunidad internacional rotula como TERROR.
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